Las reconstrucciones históricas virtuales son el mejor medio de transporte para ayudar a cualquier persona no especializada ni profesional del patrimonio cultural a entender cómo era un yacimiento arqueológico, un edificio patrimonial, un objeto artístico, un paisaje,… en un momento / período concreto del pasado.
Es por este motivo que cada vez más empresas y sobre todo instituciones culturales se sirven de esta tecnología para proporcionar a sus usuarios (población local, turistas, usuarios de Internet,…) para hacer comprender y entender cómo era un elemento patrimonial en concreto en el pasado.
Por tanto, el poder que tienen las reconstrucciones históricas virtuales como intermediarias entre el patrimonio real y la sociedad actual es proporcionalmente igual a su responsabilidad y saber hacer profesional a la hora de crear estas imágenes digitales.
Detrás de cada proyecto de reconstrucción histórica virtual debe haber un gran trabajo de documentación, investigación y comunicación previa con todo tipo de expertos y profesionales relacionados (arqueólogos, historiadores, restauradores, arquitectos,…) para que el resultado final sea lo más fidedigno, verídico y responsable posible respecto a la realidad. Nunca sabremos al 100% cómo era un bien patrimonial siglos atrás, pero es trabajo de los profesionales que nos dedicamos a acercarnos lo máximo posible. Actualmente las principales aplicaciones de las reconstrucciones históricas virtuales son las siguientes:
1. Investigación:
La utilización de reconstrucciones históricas virtuales de bienes patrimoniales es una de las formas más eficaces para arqueólogos, historiadores y técnicos patrimoniales que necesitan exponer sus conclusiones, teorías e hipótesis de sus proyectos en memorias, reuniones, seminarios, conferencias,…
2. Museografía:
Gran parte de las instituciones culturales actuales y sobre todo muchos museos cuentan con unas exposiciones basadas en las técnicas museográficas basadas en principios de décadas anteriores. De la mano de las reconstrucciones históricas virtuales estos espacios pueden renovarse y ofrecer a su público un mejor servicio a la hora de realizar su principal función: Preservar el patrimonio para poder darlo a conocer de la manera más entendedora posible a todo el mundo que esté interesado.
3. Difusión:
Una imagen vale más que mil palabras y es ahí donde las reconstrucciones históricas virtuales deben jugar su papel. Es muy difícil para una persona no especializada imaginarse una domus romana cuando sólo se conservan un par de hiladas de piedras de las paredes. Es ante esta situación donde estas imágenes digitales deben entrar en juego y así proporcionar a cualquier tipo de persona (visitantes de un museo, alumnos de una escuela, instituto y universidad, usuarios de Internet,…) la forma más fácil y eficaz para comprender y aprender sobre lo que está viendo.
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